KALISTI I
2012 Óleo sobre lienzo 72 x 219 cms Colección particular El mito sobre la manzana de la discordia me llevó a este cuadro, que originalmente concebí como el inicio de una serie alrededor del tema (la obra sin título que muestra a una mujer arrancando la tela del bastidor–ver Galería– iba a ser Kalisti II, y de hecho la comencé poco después, pero por varios motivos torcí mi tren de trabajo y la dejé almacenada hasta que la concluí en el 2015).
Preferí el nombre Kalisti (castellanizando la pronunciación de la doble ele original) más que como alusión al pasaje griego, como una referencia a la constante búsqueda de la belleza –o de su reconocimiento en el propio ser– con los respectivos esplendores y miserias que ello puede conllevar. En la anécdota particular de la obra, la manzana dorada que procura la mujer sin saber con certeza si es o no real, simboliza el objeto de deseo de nuestros frecuentes procesos idealizadores que nublan la visión de lo valioso que ya poseemos y que caprichosa e imprudentemente desechamos. Todas las manzanas que acumula la mujer en su mundo interior son el largo rosario de vivencias amontonadas con cierto desdén al no haber estado a la altura de sus expectativas auto-deificantes, las cuales han sido generadas por una tan anhelada como ilusoria “experiencia áurea” que, ponderada como dichas expectativas, ciertamente nunca se dará. Técnica: Singular satisfacción me dio haber pintado alla prima y sin modelo las manzanas que se pierden en la oscuridad, así como haber cambiado según mi propósito el rostro de la mujer respecto al de la modelo original. ML |