MANZANA SOBRE CESTA
2011 Óleo sobre lienzo 120 x 60 cms Colección particular La pintura es vieja; el arte de pintar, digo. Y esa antigüedad remolca un conjunto de géneros inmortales; inmortales gracias a su inexpugnable conexión con nuestras sensaciones y a la terquedad de los artistas al retomarlos con incesante ocurrencia y –por qué no– temeridad a través de los siglos. La naturaleza muerta sea quizá el menos perecedero de estos géneros por ofrecer modelos estáticos sobre los cuáles además el artista puede ser un tirano absoluto. Por eso, más allá de las lecciones de academia o de quienes se especializan en ellos, como pintores todos siempre les damos a los bodegones al menos una revisión práctica o alguna participación temática en nuestra obra (incluso me atrevería asegurar que, estrictamente hablando, buena parte de los pintores contemporáneos sobreviven gracias a la más inadvertida de las naturalezas muertas que haya existido: la foto...).
Pero más allá de las imposiciones de la tradición o las comodidades técnicas que impliquen, el bodegón entretiene nuestro pincel, y muchas veces lo hace exigiéndonos cada vez una mayor exploración en su enfoque y tratamiento. Así, esta manzana colgando la concebí como una revisión del rol de la fruta en sí misma, de su participación en las naturalezas muertas, y, por tanto, de éstas como tales. La cuerda que la sostiene, carcelera cuya ortodoxa y vetusta persistencia revienta la debida cohesión entre el lienzo y el bastidor, la hace gravitar más como un ahorcado cuya alternativa es caer sobre una insípida cesta de dudosa hospitalidad, que como un feliz acróbata que al balancearse complace la vista del espectador. Debajo del espléndido pomo no espera la cálida mesa enmantelada de una tierna abuelita que ha colocado como colchoneta de salvación un acogedor mimbre, sino que flota la evocación de aquel familiar patíbulo preparado para recibir cabezas. Claro, quien se pare delante del cuadro puede pensar una cosa, la otra o una tercera. Yo sólo digo acá lo que lucubré al idearlo. Técnica: En esta obra (originalmente llamada "Manzana gala gravitando sobre cesta hatillana") usé premeditadamente sólo óleos Talens-Rembrandt, nivel artista, extra finos, y pinté esencialmente con veladuras transparentes –sobre todo la manzana. ML |